La persona silenciosa, cuando es despreciada, no dice una palabra. En medio del caos, permanece sereno. La gente piensa que es débil o temerosa, pero no entiende el poder del silencio. La persona silenciosa percibe todo, observa, aprende y recuerda en silencio; no desperdicia tiempo discutiendo o tratando de demostrar su valía ante quienes no lo respetan. Su silencio no es miedo, sino autocontrol; está pensando. Planea y se prepara para la siguiente acción, mientras otros siguen en un bullicio constante. Este tipo de persona no se deja influenciar por los demás, no reacciona fácilmente como lo hacen los demás. Nunca sabes lo que está pensando, y esa es su gran fortaleza. Su silencio es más ensordecedor que cualquier queja, sus acciones son más contundentes que cualquier palabra; no confundas el silencio con debilidad.
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La persona silenciosa, cuando es despreciada, no dice una palabra. En medio del caos, permanece sereno. La gente piensa que es débil o temerosa, pero no entiende el poder del silencio. La persona silenciosa percibe todo, observa, aprende y recuerda en silencio; no desperdicia tiempo discutiendo o tratando de demostrar su valía ante quienes no lo respetan. Su silencio no es miedo, sino autocontrol; está pensando. Planea y se prepara para la siguiente acción, mientras otros siguen en un bullicio constante. Este tipo de persona no se deja influenciar por los demás, no reacciona fácilmente como lo hacen los demás. Nunca sabes lo que está pensando, y esa es su gran fortaleza. Su silencio es más ensordecedor que cualquier queja, sus acciones son más contundentes que cualquier palabra; no confundas el silencio con debilidad.